Biografía: Dolores Izquierdo Labrado
Nació el 26 de abril de 1955 en San Juan de Aznalfarache (Sevilla). Desde 1965 reside en Palos de la Frontera (Huelva). Hace su bachillerato en el Instituto Juan Ramón Jiménez de Moguer, donde escribe sus primeros versos.
Premio Nacional de Poesía de Don Benito (Badajoz) para menores de veintiún años (1977).
Finalista del Cervantes de Alcázar de San Juan (Ciudad Real, 1977).
Es incluida en la Antología Poética de Huelva <<Un ligero viento recorre la marisma>>. Barcelona (1978).
En 1982 publica un cuaderno de poemas en colaboración con Abelardo Rodríguez, Diego Ropero Regidor y Ana Rodríguez Mora.
Es seleccionada para formar parte de la Antología breve de poetas andaluces. Homenaje a Juan Ramón Jiménez. Edición del Exmo. Ayuntamiento de Moguer 1982.
Es ganadora del
primer premio de prosa, en el Primer Certamen Monturrio. Moguer, 1984. El
trabajo premiado se titula <<Monólogo>>.
En el Segundo Certamen Literario Monturrio, comparte el primer premio de Poesía con Pilar Covarsi Castro y Manuel José de Lara Ródenas. Su trabajo, bajo el lema <<Poema del silencio>>, se titula <<Esta triste tarea de la Hermosa locura>>. Moguer, 1985
En su obra “A contramuerte ” la propia autora recoge unas pequeñas notas sobre su vida:
“Nací en un pueblo, que no es éste, ni aquél en donde habito, y antes de yo tenerme, me fui desparramando en los caminos, de manera que creo que nunca me fui toda sino en todas las cosas. Me reconocieron algunos méritos literarios, y otros que no lo son. Hay cosas que sólo pueden ser reconocidas a través de los poros en donde emerge y fluye el eco transparente de la palabra viva. Amo la libertad y las cosas sencillas, y espero todavía la justicia y la paz. Cuando perdí a un amigo, se lo llevo la tierra. Las cosas negativas que hubiere contra mí, ya habrá quien las repita. Por eso aquí termino, que es muy breve la vida”.
Obra literaria:
Su producción literaria se ha centrado fundamentalmente en el mundo de la poesía:
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"A contramuerte" (Huelva : La Noches del 1900, 1992). Col. “Las noches del 1900 ; 8”.
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"Te dije que vendría" (Huelva : Diputación Provincial, 1993). Col. “Ora poética ; 3”.
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"La libertad: 30 de julio de 1932" (Huelva : Diputación Provincial, 1998). Col. “Hojas de Zenobia ; 18”.
Incluida en las antologías :
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“Un ligero viento recorre la marisma : antología poética de Huelva” (Barcelona : Edibook Matgal, 1978)
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“Antología breve de poetas andaluces : homenaje a Juan Ramón Jiménez” (Moguer, Huelva : Ayuntamiento, 1982). Selección y prólogo de Diego Ropero Regidor.
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En 1982 también publica un cuaderno de poemas en colaboración con Abelardo Rodríguez, Diego Ropero Regidor y Ana Rodríguez Mora.
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"El quinto sol" (Palos de la Frontera : Ayuntamiento, Casa de Cultura "Vicente Aleixandre", 1989). Carpeta con 12 cuadernillos con poemas de José Más Vallejo y Dolores Izquierdo Labrado; ilustraciones, Javier Berrio, Faustino Rodríguez; prólogo, José Mora Galiana.
Referencias en Internet:
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"Poetas onubenses ponen voz a sus palabras por la igualdad", Elena Llompart (Huelva Información, 15-3-2006)
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Algunos fragmentos de sus obras: |
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Detrás del Horizonte
Las
manos solas... |
No te pido la vida ni te arranco la sangre todavia, qué me duele este intento de hacerte la conciencia... Acércate conmito al cuidado que llevo en sumar a mi voz tu voz cautiva por el peso del hambre y de la muerte, vámonos a crecer a la estatura completa que empuja desde el pulso de la vida y atraviesa la nube y la desgarra... Permíteme la risa regalada de la voz y la letra y déjame esparcirla por los quicios del viento hasta llegar al pulso maltratado y levantar su yugo y su coraje... |
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La muerte anda buscando mi pecho sobre el trigo; la muerte anda queriendo besarme las entrañas.
Y en una danza ansiosa se me para en los ojos y en las manos como una fosa intensa.
La muerte anda buscando detener mi latido, trastocar mis impulsos, derivarme, tenerme.
Y ronca se me sube por la espalda y la sangre robándome en los labios el aliento.
La muerte anda buscando enajenar mi pecho, embelezar mis ojos con el temblor oscuro de una quietud profunda que no tiene regreso.
Y en una danza ansiosa me acapara y me turba, parándose en mis ojos con un temblor oscuro. A contramuerte (1992) |
El abrazo violeta... las baladas del verso, las baladas del aire, las baladas del tiempo...
Las baladas de amor, y el amor requiriendo, y el amor contemplando, y el amor sosteniendo, y el amor desatado, y el amor tuyo amor, y el amor mío siendo, y el verso amor poblado de azules y silencios...
Y el amor desplegado, y el amor reprimiendo, y el amor, verso, amor, del loco y su cortejo de rosas amarillas y su Moguer pequeño...
Amor por dónde vienes, amor, que me voy yendo, amor de agua primera fundida con el cielo que interpretas mis ojos y te me vas muriendo...
Amor por la mirada y su largo trayecto, amor de paraíso -desobediente y terco-, necesidad-amor, amor único y cierto, el baile de las lilas, el baile de los cuerdos, las manzanas y el aire, amor, son sólo besos, amor sobre las flores, amor sobre los lechos, amor de ágiles manos y bellos pensamientos, amor desesperado, amor, amor, amor... de juncias y recuerdos.
Para la exposición de "Baladas de Amor" de María Ferrera. |
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Y como se marchitan las acacias, con un temblor de muerte sosegado, muriéndose hacia adentro...
Y como el viento muere en su desgarro, y las aguas templadas se desbordan buscando su afluente, así el amor se agita en las orillas.
Y como deja al valle la tormenta, para buscar las cimas de los montes, abrazando en su llanto otro universo...
Y como la amapola se deshoja, muriéndose en la tierra que la nace, para ofrecer al aire su beso somnoliento...
Quién puede adivinar este dolor de muerte, que se clava en el alma contra su pecho, y hacia adentro te crece, y te empapa los ojos y la boca, y el corazón... Y ajeno, el sol viene y se escapa, y toca al mar y al cielo, y se derrama luego en mi costado, como el canto del cisne... oscuro y bello.
A contramuerte (1992) |
Y solo dios, o solo el hombre, solo... se pierde en las esquinas del universo que destila su sangre y lo arrebata
Y solo dios, o solos en un cuerpo los hombres asustados, los hombres rotos, los hombres desgarrados, perdidos, en el fuego que derrama la idea, que construye y arrasa y extermina...
Y solo dios, tan solo, o solo el hombre, solo eternamente, tras el cristal vedado de los ojos.
Y solo el hombre, tan tristemente solo, o solo dios, y siempre el hombre solo, arrancado de cuajo de las entrañas mismas de la vida, para escarbar sin tregua, en esa infinitud que lo desborda de los cauces medidos de la carne; tan solitariamente dios, trágicamente hombre, o accidente o escarnio de la luz, tan solo el hombre, solo...
A contramuerte (1992) |
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En los ojos del hambre la muerte se hace ronca, la boca de los niños es de miel y de almendras… y la miel se hace amarga,y la almendra gemido, y las lágrimas tierra deseando la muerte.
Amarga Amarga Amarga Amarga
En los ojos del hambre Sólo existe el vacío, El cuenco intemporal De un infinito oscuro, La vida es la fisura De un asqueroso hastío, Por donde se derrama La indecible amargura…
Amarga Amarga Amarga Amarga |
Y que tendrán esta tarde las sombras de los naranjos… un mundo redondo y dulce, desde sus ramas colgando, balancea los minutos… y el aire se va enfriando.
Y qué tendrán esta tarde las sombras de los naranjos… debajo de sus pestañas se muere un limón amargo, y la verde libertad se abraza al tronco mojado.
Y que tendrán esta tarde las sombras de los naranjos… el aire las sombras mece, aire que te vas callando; cinturas que se estremecen sobre la cal de los patios.
¡La soledad de tus labios, es lo que esta tarde tienen las sombras de tus naranjos!
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He parado el reloj… la noche ha derramado su piel en mi almohada, y se nutren mis manos de silencios profundos, que ya no son de nadie, sino míos…
Noche de tantas horas enredada en mis dedos, serás… desolada y sin nombre, como un hilo de seda celeste en mi memoria…
¡Inquietud…! como aliento de espuma has levantado el vuelo, vencida ya de tiempo rutinario que a nadie has entregado sino a todos…
Sólo la luna acecha, y deshojan mis dedos la pura transparencia de su piel plateada, para desmenuzar la sensación más honda.
¡Te me haces inquietud tan dulce compañera…!
Canto de grillos, longitud temerosa, blanco esplendor del sol de mediodía…
Vidrio donde se agita la voz del verbo amar, y el límbico gemido del placer se derrama, y deviene la ausencia…
Ya no existe septiembre, sino que habitan nuestras almas, en el espacio todo… ¡Hasta encontrarnos…! -------------------------------- oooOooo -------------------------------- |
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Texto, poemas y portadas libros cedidos: Dolores Izquierdo Labrado
