Biografía: Jesús Olmedo Rivero
Jesús Olmedo, misionero claretiano, Premio Internacional Luchador Destacado por los Derechos Humanos 2002, nació en 1943 en San Juan de Aznalfarache. Lleva 32 años de servicio misionero en Humahuaca, en la región argentina de Jujuy.
"El padre Jesús", como lo conocen en La Quiaca (Argentina), es autor de nueve libros, muchos de ellos dedicados a revalorizar la cultura Colla y sus tradiciones.
Desde 1991 Jesús Olmedo es el cura párroco de Nuestra Señora del Socorro, la iglesia de La Quiaca, dependiente de la diócesis de Humahuaca. Fue un involuntario testigo de la despoblación de la Puna. "Antes, las minas tenían muchos obreros, hoy están en crisis. Tampoco anda el tren del ferrocarril Belgrano. Todo se va muriendo de a poco. Y nadie cree en las promesas de hacer acá una zona franca".
El último de sus libros es un largo reportaje a su amigo Carlos "El Perro" Santillán, el sindicalista jujeño. Lo presentó a mediados de 1998 y lleva un prólogo del obispo de Humahuaca, Pedro María Olmedo, su hermano.
No le gusta hablar mucho de sí mismo. Con una sonrisa recuerda que "en 1977 estaba dando un curso y una de mis alumnas, que tenía familiares en la Policía, me denunció porque yo hablaba sobre los conflictos sociales. Llegaron dos autos llenos de hombres armados y me tuve que escapar hacia Tarija, en Bolivia".
Después de pasar un tiempo en España, regresó nuevamente a La Quiaca en 1991 y desde allí se transformó en una voz respetada por todos.
Cuando los estatales jujeños encabezan marchas de protesta por el atraso en los pagos de sueldos, el padre Olmedo está junto a ellos.
En 1996, acompañado por empleados estatales y comerciantes, Olmedo encabezó la toma pacífica de la sucursal La Quiaca del banco provincial, reclamando que los bonos del Gobierno fueran convertidos a pesos.
En 1997, cuando el
presidente Carlos Menem visitó La Quiaca por la inauguración de un centro
deportivo donde se entrenó el seleccionado de fútbol, Olmedo lo criticó
duramente e invitó a los periodistas a "descubrir la realidad de la zona".
Diariamente le da de comer a 3.000 chicos en 12 comedores infantiles,
manteniendo también 75 hornos comunitarios, "le damos leña y harina a las
familias que cocinan su pan, que muchas veces es la única comida diaria con
un mate".
El galardón, que le concedió la organización Coalición Española contra el Racismo, la Xenofobia y las Discriminaciones Relacionadas (CECRA) en diciembre pasado, coincidiendo con la celebración del Día Internacional de los Derechos Humanos, se lo ganó definitivamente en septiembre de 2001 cuando, junto a algunos vecinos de La Quiaca, en localidad argentina de Jujuy donde ejerce su apostolado, se 'crucificaron' para protestar contra la grave crisis que sufre el país sudamericano y para solicitar la condonación de la deuda externa.
Olmedo cuenta con otro
hermano carnal, Pedro, también misionero claretiano y obispo de la Prelatura
de Humahuaca, encomendada por la Santa Sede a la congregación fundada por
san Antonio María Claret a través de la provincia Bética. Se trata de una
región, como el resto de las de Argentina, con enormes posibilidades
económicas y alimenticias, pero donde la gente tiene dificultades para
comer, debido a la corrupción política y a la huida al extranjero de los
fondos de las élites económicas.
"Desde
los llamados '10 mandamientos' el robo es considerado un pecado. Robar es no
dar a alguien lo que le pertenece; algo agravado por quien lo hace abusando
de su poder. Es robo que se les niegue a los ancianos lo que ellos mismos
han aportado.
No es un derecho que el Estado puede dar o no, sino un deber que no puede negar. Esto es triplemente agravado cuando a los ancianos se les niega lo que les pertenece para dar a los poderosos lo que no se les debe (vulgarmente llamado 'deuda externa'), que ni se debe (porque no se prestó, y que porque además ya se pagó) ni se puede pagar con hambre y muerte (además que todavía los poderosos no han pagado todo lo que han robado del Tercer Mundo, en vidas negras del África, en oro, plata y estaño de América Latina, por ejemplo).
No pagar lo que se debe para pagar lo que no se debe no sólo es violación del mandato 'no robar', sino que se aproxima bastante a la violación del 'no matar'".
"La paz es un fruto de la presencia de
Dios y su proyecto entre los hombres. Es el 'shalom' bíblico. Es que todo
'anda bien'. Pero la violencia es el fruto cotidiano en los barrios y las
calles de nuestros pueblos, es la violencia de la desesperanza, de la droga,
de los robos, del sin sentido... de que para muchos ciertamente 'nada anda
bien'. Si no hay verdadera paz es porque hay otros frutos, es porque otra
cosa se ha sembrado y no ciertamente el proyecto de Dios. La justicia es la
lealtad a los caminos de Dios. Caminos que nos hacen hermanos con los
miembros de nuestro mismo pueblo. La lealtad es fidelidad, es reconocer el
paso de Dios entre nosotros.
El cura párroco de La Quiaca, Jesús Olmedo, se crucificó hoy simbólicamente en las escalinatas de Casa de Gobierno para llamar la atención del gobernador de la provincia Walter Basilio Barrionuevo, sobre los reclamos que desde hace meses vienen planteando los habitantes de la puna jujeña. Desde la cruz, y luego de relatar algunos intentos oficiales de frenar la “Marcha del Grito de los Excluidos” eludidos en la ruta, el párroco quiaqueño dijo visiblemente emocionado: “no pudieron conseguir volvernos de nuevo a la Puna, porque esta provincia es de todos”.
Dirigiéndose
luego al gobernador, el sacerdote le increpó: “usted señor gobernador,
parece que no quiere ser gobernador de los collas y de los pobres. Ese es su
problema”.Entre las numerosas reivindicaciones planteadas por los puneños se
destacan la creación de puestos de trabajo, salud, educación, la definitiva
remediación de la ex fundidora Metalhuasi y la instalación de una planta de
tratamiento de líquidos cloacales en Abra Pampa.“Aquí estamos de nuevo, en
la lucha y por eso no hemos querido molestar a nadie acá en Jujuy, solamente
acá en su palacio, que parece que también es suyo”, expresó el cura.
Agregó luego “no quiere recibirnos porque llevamos meses intentando que nos
reciba el gobernador”. Dijo también que “los obispos le han hablado y no nos
ha recibido nunca. A los de Abra Pampa también los largó fuera de acá,
porque parece que no les gustaba su presencia”.“Aquí estamos, en la puerta
de este palacio, de esta casa que es la casa del pueblo. Esta casa que la
cerraron a cal y canto para que no entrasen los collas”, agregó. Muy
disgustado, el religioso recordó la entrevista que mantuvieron ayer en la
Legislatura: “fuimos también a hablar con los diputados, que no han querido
declarar zona de emergencia social a la Puna y nos cerraron también la
cancela, como si fuésemos delincuentes”.“¿Qué se han creído las
autoridades?”, se preguntó Olmedo, bajo el sol calcinante del mediodía
jujeño.
“Por
eso este pueblo me ha pedido que en su nombre, me crucifique como un símbolo
de las crucifixiones de todos nuestros hermanos”, añadió. Finalmente
subrayó: “aquí estamos esperando respuestas, esperando que nos den
soluciones a todo lo que nosotros estamos pidiendo. Señor gobernador, el
pueblo de la puna tiene hambre, el pueblo de la Puna no tiene trabajo y
quiere vivir como Dios quiere, por eso estamos crucificados todos los pobres
unidos”.
Graves incidentes en la Quiaca. Un fuerte operativo policial replegó a fuerza de gases lacrimógenos y balas de goma a los manifestantes de la Multisectorial que el jueves determinaron tomar el Municipio y el Concejo Deliberante de La Quiaca. Hay heridos de los dos bandos. El Padre Jesús Olmedo calificó el hecho de "masacre" y adelantó que denunciará al Gobierno ante el Tribunal de La Haya.
Aproximadamente a las 8.30 de la mañana inició el operativo policial, con infantería llegada desde Humahuaca, tras entrar violentando la puerta del municipio procedieron a despejar el edificio. Tras un violento enfrentamiento, se reconocieron heridos de ambos lados.
El Padre Olmedo en declaraciones a Radio Frontera describió el hecho como una “masacre” “a una mujer embarazada le dieron en el ojo, hay muchos heridos, todos tenemos alguna bala en las piernas, incluso yo tengo una, están todos asustados, es una vergüenza lo que hizo la Policía.
“Creo que esto es un crimen de lessa humanidad, a los pobres los están masacrando mientras los ricos se están llenando los bolsillos y el Estado está mirando a otro lado”.
“Sr.
Gobernador, vamos a denunciarlo al Tribunal de la Haya porque es gravísimo
lo que ha ocurrido en La Quiaca, mujeres con niños pequeños, mujeres
embarazadas fueron sacadas a puntapié de la Municipalidad. Ha sido una
masacre a toda la población que estaba defendiendo la vida y luchando por
sus derechos justos y por tanto el Gobernador tiene que definir un cambio en
La Quiaca”. Finalmente reclamó “A ver donde está el ex presidente Kirchner y
la presidenta Fernández de Kirchner que opinen, por que no sólo hubo delitos
de lessa humanidad durante el proceso, ahora también”.
La Puna, Jujuy, Argentina: EL GRITO DE LOS
EXCLUIDOS. La Marcha de “El Grito de los Excluidos” había partido desde
LA QUIACA el viernes 17 de octubre de 2008, con la intención de llegar a
ABRA PAMPA el domingo 19. Los Quiaqueños fueron recibidos por sus hermanos
collas de Abra Pampa con quienes luego continuarían la Marcha hasta San
Salvador de Jujuy, capital de la Provincia. El domingo se celebraba en todo
el territorio de la República Argentina el Día de la Madre, y fue para los
marchantes UN DIA DE LA MADRE DIFERENTE.
De camino, en marcha... con los ojos perdidos en los inmensidad de
los valles puneños, ELLAS CAMINAN!.
Un domingo mas, marcado por la elección de la vida, por la lucha
por el futuro de sus hijos, y también por el futuro de todos los que ellas
no han parido, pero los descubren hermanos!.
Ahí van ellas, con la carga de los siglos en sus miradas, una
pequeña risa se dibuja en su rostros y el cansancio de 70 kilómetros
caminados a pleno sol......LA PUNA SE DESANGRA......y estas madres, cargan
ese dolor mas que nadie.
Nuestros ojos contemplaban su caminar, llevando dos o tres
guagüitas (niños) encima. NUNCA se quejaran de ello, lo hacen por la
historia, por su deber/poder de reclamar por un futuro para todos;
lo hacen por el derecho a vivir con mas de 150 $ por mes, por la comida de
sus hijos, por el hambre que duele en la puna... LO HACEN POR TODOS, LAS
MADRES KOLLAS DEL AMOR!
En La Quiaca se encontraron con el Padre Jesús Olmedo y se sumaron
a la marcha de "El Grito de los Excluidos" y el lunes 20 de octubre, tras
300 Km. de caminar, están llegando a San Salvador de Jujuy.
Marcha
desde La Quiaca hasta San Salvador de Jujuy de “El Grito de los
Excluidos”
que los medios, siempre
cómplices del poder, trataron de silenciar.
Fuentes: Redes Cristianas Argentina
Puna Digital. La Quiaca. Jujuy. Argentina
Copenoa. Agencia de Noticias del Norte
Argentino
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26-12-08. Actualización