La Orden Militar del Hospital de San Juan de Jerusalén, que vino en llamarse Orden de San Juan, de Acre, Rodas y Malta, fue congregación internacional fundada a finales del siglo XI en Palestina.
La Orden está presente en la Península a principios del siglo XII, a poco de su fundación, y llega a Andalucía con motivo de las campañas de conquista llevadas a cabo por Fernando III, constituyéndose en la región lo esencial de su patrimonio, dentro del Priorato castellano-leonés, entre los años 1226 y 1253. Patrimonio que fue escaso en Jaén, en la zona del alto Guadalquivir, y más sólido en Córdoba y Sevilla, en las tierras del curso medio, en consonancia con su colaboración en la guerra.
La pérdida de Alhadín (San Juan de Aznalfarache) y la incorporación de la alquería de Robaina en el Aljarafe sevillano, junto con algunos bienes templarios a raíz de la supresión del Temple y la transmisión de sus propiedades a los hospitalarios, completaron este patrimonio inicial.
La Orden de San Juan procuró consolidarlo a través de medidas repobladoras, plasmadas en la concesión de fueros y cartas-pueblas, poniendo a prueba su capacidad colonizadora, con resultados positivos. A fines de la Edad Media esta Orden agrupaba sus villas y propiedades en Andalucía en torno a la bailía de Lora, que había sustituido a la decaída y casi despoblada Setefilla; la encomienda de Tocina y Robaina, con una serie de propiedades dispersas y agregados anejos a ella; y la encomienda y lugar de Alcolea, que se había independizado a la bailía y del concejo de Lora en los años centrales del siglo XV. A ello se unía el priorato sevillano de San Juan de Acre, las posiciones obtenidas por la Orden en Gibraltar en 1467-68 otorgadas por la Casa Ducal de Medina Sidonia, y el convento hispalense de Santa Isabel, fundado en 1490.
Autor: González Carballo José. 2001.