Institución Benéfica Regina Mundi
Cuando el mundo se debate en un mar de inquietudes e incertidumbres, es hermoso y confortador contemplar el grandioso espectáculo de Fe y unidad que vive la Institución Regina Mundi en San Juan de Aznalfarache. Frente a la incertidumbre y a la desesperanza, tónica de estos tiempos, la Fe y la Esperanza proclaman bien claramente que tan sólo el Catolicismo posee la fuerza suficiente para servir de barrera y vencer a las materialistas concepciones de la vida, que pugnan, con artera dialéctica unas veces y fuerza brutal otras, por enseñorearse del mundo.
El Cristianismo, que dio al hombre los más altos valores espirituales sacándolo de la animalidad y elevándolo por encima de la mera racionalidad; el Cristianismo, que elevó a la sociedad entera a su más alto grado de plenitud, fue asimismo el que dio al mundo el primer sentido de la unidad.
En la Institución Benéfica Regina Mundi, se vive ese espíritu de unidad de sacrificio, de verdadero amor al prójimo y se paladea el inmenso amor a Jesús.
--- Rosario Villalonga Lacave, Sevillana, la que fundó esta institución el 2 de mayo de 1.955 ---
Enclavada en el Cerro de los Sagrados Corazones, se vislumbra claramente la protección del Supremo Hacedor a tan noble entidad; allí no se pide nada, todo llega por añadidura, como un suspiro del cielo.
En abril del año 1967 la Excma. Sra. Dña. Carmen Polo de Franco, esposa de su Excelencia el Jefe
|
|
|
---|
del Estado Español, y su hija, la Marquesa de Villaverde, nos honran con su presencia en San Juan de Aznalfarache en su visita a "Regina Mundi”. Con palabras emotivas consuelan a los enfermos, y con una plegaria en la Capilla, dedicadas a la protección de los inválidos, ponen de manifiesto el espíritu católico y de amor a sus semejantes. Día de regocijo y felicidad para los enfermos, acogidos y de todos los allí presentes en Regina Mundi, por la visita de las egregias damas. Allí se vive la paz. La paz es como un edificio, cuya construcción no puede comenzarse por el último piso, so pena de verla rápidamente en colapso y ruina. La paz necesita de sus cimientos y es preciso que vaya ascendiendo progresivamente a través de todos los elementos que integran la organización social. La Unidad y el Amor son los únicos caminos de la única paz posible. Creemos simple y decisivamente que esta paz que predicamos es una paz real, posible y hacedera, porque, como aquí mismo en San Juan de Aznalfarache, todavía resuenan aquellas palabras del Caudillo: “La fe de los españoles no es una fe contemplativa solamente; la fe de los españoles es una fe dinámica”. Por ello, hemos venido a cantar un himno vibrante a la paz de Dios, a la paz tradicionalmente pregonada por nuestros vecinos en los caminos de San Juan y de España entera os saludan a todos: “A la paz de Dios, hermanos”.
Fuente: D. Agustín Campos Sánchez
Ir arriba £ Volver a Recuerdos R