El Guadalquivir la otra cara

   Como la mayoría de ríos españoles, el Guadalquivir tiene carácter torrencial, con un caudal que puede variar de uno a mil; es un río que gracias a los sesenta embalses construidos en la cuenca ha sufrido una regulación importante, pero que debido a su escasísima pendiente en el curso bajo hacen que Sevilla esté sometida a la acción de las mareas. En su tramo final, el Guadalquivir más que de un río se trata de una ría, hecho que tiene consecuencias muy positivas para la ciudad: el Guadalquivir, a su paso por Sevilla, no sufre la reducción de los estiajes ya que las mareas provenientes de su desembocadura aseguran un volumen importante de agua, un proceso complejo con consecuencias positivas para el clima sevillano. Por otra parte la ría asegura una lámina de agua muy amplia, con efectos paisajísticos y lúdicos de gran interés.

   Tras mencionar estos aspectos positivos que representan la “cara” del río no hay más remedio que citar aquellos que representan la “cruz”, y que en Sevilla significan una larga y triste historia de inundaciones. Arriadas que a lo largo de la historia han supuesto una pesadilla para la población Sevillana, y es que cuando el río crecía las aguas alcanzaban cotas superiores a las del suelo urbano; inundaciones de tal envergadura que han servido para ilustrar libros como: Historia crítica de las riadas y grandes avenidas del Guadalquivir, de Borja Palomo en el que se citan cincuenta y seis crecidas del Guadalquivir a su paso por Sevilla desde el año 1403 al 1800.

Vista Esquina Cortés, calle Betis

Bar Esquina Cortés junto Calle Betis y la antigua fuente en la Plaza de Andalucía

   Debido a las históricas inundaciones y con el propósito de proteger a la ciudad de dichas crecidas, se han realizado importantes modificaciones a lo largo de los últimos cien años. A principios del siglo XX se realizó la Corta de Tablada, suprimiendo de esta forma varios codos del río y acortando el cauce en cuatro kilómetros, además permitió la construcción del nuevo muelle de Tablada y el puente levadizo de Alfonso XIII.

Vista Plaza antiguo Ayuntamiento
Plaza de Andalucía donde el agua llegaba a las ventanas de las casas

   En 1948, el río histórico quedó cerrado por el llamado Tapón de Chapina, abriéndose un nuevo cauce desde Triana a San Juan de Aznalfarache. Posteriormente, en el año 1975, se abordaron las últimas obras de modificación del río Guadalquivir, la llamada Corta de La Cartuja.

Vista Plaza antiguo Ayuntamiento
Plaza de Andalucía y al frente la calle Ramón y Cajal

   La Corta de La Cartuja se trataba de un proyecto de defensa para la ciudad de Sevilla frente a los ataques del río Guadalquivir; proyecto cuya ejecución tuvo importantes consecuencias urbanísticas para Sevilla.

Vista Plaza antiguo Ayuntamiento, carretera Sevilla
Otra vista de la calle Ramón y Cajal. Como se observa en la foto algunos vecinos necesitaron de lanchas

   Al norte de Sevilla, el Guadalquivir formaba una curva pronunciada en la que existía un muro de defensa de escasa fiabilidad para los ingenieros de la Confederación Hidrográfica del Guadalquivir, ya que estaba construido con materiales de insuficiente calidad y a una profundidad de escasos quince metros. Lo cual suponía un peligro para la población Sevillana.

Al fondo el cauce del río
La calle Betis

   El proyecto constó con un presupuesto de cerca de mil millones de pesetas, una cantidad muy importante para aquella época. Comprendía una “corta” en el río, sustituyendo el meandro de San Jerónimo y evitando el ataque frontal del Guadalquivir, a la vez que preveía la construcción de nuevos puentes y carreteras. Una de las principales consecuencias de dicho proyecto sería la aparición de cerca de quinientas hectáreas próximas a la capital, que dejarían de ser inundables.

Vista general de San Juan de Aznalfarache

Calle Betis inundada

Calle Betis, al fondo la antigua Venta del Pollo

Otras dos vistas de la calle Betis y al fondo la antigua Venta el Pollo

Vista Esquina Cortés, al fondo la antigüa Plaza de Toros

Una vista de la Plaza Andalucía, calle Betis y al fondo la antigua Plaza de Toros de San Juan de Aznalfarache casi cubierta por el agua

 
 

17 al 20 de febrero de 1963

El desbordamiento del río es tal que en algunos sitios llega a cubrir los naranjos

y la Dehesa de Tablada

Foto: Custodio de la Maya Pavón

Muchos conductores se detienen para ver de cerca el desbordamiento del río

Foto: Pepe Cabello

Vista izquierda de la foto superior

Foto: Pepe Cabello

Una de las Barriadas también mas afectadas por las riadas fue la de Guadalajara junto al Polígono El Manchón, en esta foto se puede observar que aún estaba en construcción

Foto: Custodio de la Maya Pavón

Vista de la calle Ramón y Cajal cuando comenzaba a entrar el agua del río Guadalquivir

Foto: Custodio de la Maya Pavón

 

Fuente: Alejandro Sáez Barragán. http://www.farodechipiona.com 08 de junio de 2007

Fotos riadas San Juan de Aznalfarache, cortesía de Paco (Esquina Cortés) y Custodio de la Maya Pavón.  

 

 

 

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