Tablada: un lugar de Sevilla en la Historia
Fernando Sancho Royo |
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Son muchas las razones que justifican la conservación de Tablada como espacio público y libre de edificios. Su situación geográfica, sus condicionantes ambientales y sus valores naturales, son entre otras suficientemente importantes como para hacer una reflexión antes de tomar una decisión irreversible sobre el futuro de unos terrenos que han permanecido y permanecen en el imaginario popular de Sevilla y que guardan un trocito de historia entre sus límites, y por ello parece razonable dar algún tipo de protección a ese espacio. El asentamiento primitivo de lo que pasado el tiempo terminaría siendo Sevilla, junto a un río de régimen impetuoso e irregular, próximo a su desembocadura, en un gran estuario interior pero sometido a la acción de las mareas, marcará de forma determinante su futuro y la evolución del territorio y sus paisajes. La ciudad creció a las orillas del Guadalquivir, ligando su devenir a las posibilidades comerciales que representaba este curso de agua. Con el tiempo, el cambio natural del sistema hídrico con una fuerte sedimentación y las cada vez superiores exigencias de la técnica naval, se tradujeron en la necesidad de una fuerte intervención en el cauce del río por parte del hombre para hacerlo más fácilmente navegable. Esta se ha producido ininterrumpidamente desde finales del XVIII hasta finales del XX llegando a un punto en que es difícil para el no estudioso reconstruir la situación primitiva del cauce en los aledaños de la ciudad.
De otra parte el último tercio del pasado siglo ha supuesto un crecimiento inusitado y sin precedentes del espacio urbanizado, de suerte que la ciudad se ha fundido en un continuo urbano con muchos pueblos de su corona; Alcalá de Guadaira y Dos Hermanas en la margen izquierda y Camas, Castilleja, Tomares, San Juan de Aznalfarache, Gelves, Mairena, Palomares, Almensilla, Coria del Río y Puebla del Río por la margen derecha. Como consecuencia de lo anterior la ciudad y sus infraestructuras han ocupado la práctica totalidad de la llanura de inundación y el río ha visto duplicado su cauce, y desviado el curso de las aguas por nuevos canales excavados en la misma por la mano del hombre. En este marco territorial, sin embargo, permanece un retazo de esa llanura aluvial, de fondo de valle sin transformar o con un muy escaso grado de cambio. Se trata de los terrenos de Tablada. Hasta principios del siglo XX, este resto de llanura aluvial situado al sur, e inmediato a la ciudad era el ejido de la misma. El lugar donde pastaban los ganados destinados al abastecimiento de carne de los mercados de la ciudad, pero también donde lo hacían las reses que se toreaban en las fiestas y a donde podían llevar libremente sus caballerías y otros ganados los habitantes de Sevilla. Con el comienzo de la aviación la dehesa de Tablada se utilizo como campo de pruebas, en 1910 se celebra la Primera Semana de Aviación, cuatro años más tarde la ciudad cedió su propiedad al estado para la construcción de un aeródromo militar. Desde él se escribieron páginas excepcionales para la historia de la aviación española y mundial, como el establecimiento de la primera línea de correo aéreo de España ( Sevilla - Larache), o el salto por primera vez del Atlántico sur con el vuelo del Plus Ultra. El carácter militar y su uso como base aérea preservo la Dehesa de Tablada de las tensiones transformadoras que actuaron en el resto del amplio valle, librándola no sólo de edificaciones sino de toda clase de infraestructuras, tanto terrestres como aéreas o subterráneas. Tal situación perduró hasta la última década del pasado siglo, cuando el ejercito abandonó la Base Aérea de Tablada y la vendió a las dos cajas de ahorro de la ciudad. Esta venta mereció la reprobación pública del Banco de España a ambas instituciones financieras.
Pocos años después y al hilo de las corrientes especuladoras que han dominado, y aún lo hacen, el mercado de la construcción y la vivienda las Cajas vendieron, por un precio muy superior, los terrenos a un consorcio de constructoras e inversores con el objetivo declarado de proceder a su urbanización masiva.
El Ayuntamiento de Sevilla, no obstante, en su Plan General de Ordenación, actualmente en fase de Avance, ha expresado su oposición frontal a cualquier proceso edificatorio en los terrenos de Tablada. La consejería de Obras Publicas y Transporte también se ha expresado en el sentido de la defensa y salvaguarda de Tablada y su uso como zona verde. Son muchas las razones que justifican la conservación de Tablada como espacio público y libre de edificios, entre ellas destacan: El condicionante ambiental. Los terrenos son inundables, se han inundado en un pasado reciente, de ello quedan numerosas pruebas fotográficas, y se seguirán inundando en el futuro con las avenidas centenarias del Guadalquivir. La vigente ley de Ordenación Urbanística de Andalucía, prohíbe explícitamente edificar en los suelos sometidos a esta contingencia. La situación geográfica. La posición central de la Dehesa de Tablada en la gran aglomeración urbana de Sevilla, con una población de 1.200.000 personas, le confiere un valor estratégico insustituible de primera importancia como futuro gran parque metropolitano.
Los valores ambientales. La relevancia medioambiental de estos
suelos es crítica para el mantenimiento de numerosas especies
animales y vegetales en el medio urbano, entre ellas destaca con
fuerza el cernícalo primilla, pequeña ave de presa con la población
más importante del sur de Europa que anida en los tejados de la
Catedral, en los de la iglesia del Salvador y nuevamente en los del
Parlamento Andaluz. Los valores educativos y sociales. La importancia de Tablada como un espacio para la educación ambiental y la preservación del paisaje es sin duda otra de las razones que aconsejan su conservación. Todas las ciudades crecen en un territorio concreto de características definidas con el que mantienen una compleja trama de relaciones, expresadas en la forma en que aprovechan la oferta de recursos naturales del mismo, lo que en buena medida es la propia historia de la ciudad y forma parte indisoluble de su esencia . Por la especial configuración de la llanura de inundación y el carácter impredecible del río, Sevilla ha crecido en una relación ambivalente respecto a su entorno: buscando, de un lado, la proximidad con el río en tanto que vía fluvial y por ello fuente de riqueza, pero alejándose, por otra de él y negándolo.
o Este conflicto de intereses se ha expresado finalmente en una enorme dificultad para "leer" el territorio. El río de Sevilla no es el verdadero río, no corre el agua bajo sus puentes, no sube la onda de marea por su cauce y además éste en gran medida es creación directa del hombre que excavó un canal en tierra para construir un puerto a salvo de las inundaciones allí donde sólo crecía un pastizal inundable con las crecidas invernales.
La llanura aluvial no puede ser percibida como tal, ya que la expansión de la ciudad y de las infraestructuras de transporte e industriales que la acompañan la han ocupado en su casi totalidad
Tablada vuelve a ser la última posibilidad para rectificar tal
estado de cosas, por sus dimensiones la percepción de planitud está
garantizada. Sólo desde Tablada nos sabemos en el fondo del amplio
valle situado antes de que el río entre en las marismas. Se puede
afirmar, sin exageración alguna, que mirando al sur desde este punto
no existe ningún accidente natural que se eleva más de tres metros
entre el observador y la costa situada a más de 80 kilómetros de
distancia. El patrimonio histórico y cultural. Los terrenos del campo de Tablada se conocen con tal nombre desde al menos el siglo XV, pero desempeñaron un papel importante en la historia de la ciudad en siglos anteriores. En el año 844 las tropas de 'Abd al-Rahman II enviadas desde Córdoba derrotaron a una partida de normandos piratas que habían asolado la ciudad, matando a más de mil de ellos quemando a treinta navíos de la flota. En sus terrenos, en 1247, Fernando III levantó el campamento desde el que sitió a la ciudad, y el almirante Bonifaz atraco la armada en sus orillas. La ciudad caería, sin daños en su caserío, en manos cristianas el año siguiente. Son incesantes las referencias desde entonces a estos terrenos, alabándose en ellas lo expedito y llano de los mismos, la hermosa vista de la ciudad que desde ellos se goza y la fertilidad del río expresada en la vegetación de la orilla y en la abundancia de ganado que pastaban en la llanura. En la primera mitad del siglo XX, este lugar adquirió, como se dijo, un protagonismo ejemplar en la historia de la aviación civil y militar, llevando el nombre de Sevilla a las primeras páginas de los periódicos de España y del mundo. Todos estos factores constituyen un patrimonio histórico y cultural de relevancia que merece un tratamiento especial. Ello se refuerza por la coherencia geográfica de un lugar que, si bien ha sido dividido longitudinalmente por el canal de navegación de Alfonso XIII -actual puerto de Sevilla-, conserva en lo fundamental los rasgos morfológicos desde hace más de once siglos, y todo ello en el centro de una conurbación de 1.200.000 habitantes y a orillas del río que ha generado a la ciudad y al territorio.
En estas circunstancias el Ayuntamiento de la ciudad, en desarrollo de las medidas previstas en el Avance del Plan General de Ordenación, ha decidido que el destino de los terrenos del campo de Tablada sea el de un gran parque con vocación supramunicipal que entre a formar parte del Sistema General de Espacios Libres de la ciudad. En consecuencia a finales del año 2003 se acordó la apertura de un expediente para la expropiación de los terrenos de Tablada, dicho proceso está en fase de desarrollo. La Consejería de Obras Públicas y Transporte de la Junta de Andalucía (COPT), por su parte ha avalado y apoya la iniciativa puesto que en el borrador del Plan de Ordenación del Territorio de la Aglomeración Urbana de Sevilla (POTAUS), instrumento de su competencia para la correcta gestión de los recursos y del territorio mismo, reconoce la necesidad de que dicho espacio sea destinado a zona verde como un parque de carácter metropolitano. Paralelamente la Consejería de Medio Ambiente de la Junta de Andalucía, a la vista de los valores ambientales de Tablada y de la voluntad del Ayuntamiento y de la COPT, tomó también el acuerdo de abrir un expediente informativo con la finalidad de valorar la oportunidad de declarar las fincas afectadas como Parque Periurbano. Es ésta una figura de protección recogida expresamente en la Ley 2/89, pensada para casos como el presente, caracterizados por la unión a unos incuestionables valores ambientales de una factor de proximidad a una importante aglomeración urbana. Fuente: FERNANDO SANCHO ROYOCategoría: Profesor Titular de Universidad Área de Conocimiento: Ecología Departamento:
BIOLOGÍA VEGETAL Y ECOLOGÍA Centro(s): FACULTAD DE BIOLOGÍA |
Este apartado ha sido subido a Internet 24-11-08. Actualización